Descripción
- Evita el flujo de agua hacia los interiores subterráneos, previniendo la aparición de humedades, salitre, hongos y eflorescencias que aceleran la degradación de los muros y los acabados.
- Alarga la vida útil del concreto, mampostería, ladrillos u otros materiales que permanecerán bajo tierra.
- Evita que el terreno se deslave y pierda “finos”, ya que filtra y permite el drenado del agua.
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